Independencia; nuevas preguntas para un problema antiguo.


Por Pedro Domínguez.


La guerra de independencia es un momento al que constantemente regresan los historiadores; parecería que a casi doscientos años de haber ocurrido tenemos ya una imagen clara y comprensible de los hechos que comenzaron en 1810. Sin embargo, el descubrimiento de nuevas fuentes y el surgimiento de temas y enfoques distintos hacen que su estudio sea inagotable. El presente nos invita a hacerle nuevas preguntas al pasado y ese es el objetivo que se plantearon Alfredo Avila y Virginia Guedea.

Este libro surgió de la inquietud de revisar los avances en la historiografía independentista. Sus orígenes fueron el seminario Proindependencia y el Coloquio Internacional La Independencia de México; ambos efectuados en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Avila y Guedea coordinaron a un equipo de investigadores conformado por varios de los más importantes especialistas en la revolución de 1810. Christon Archer, Roberto Breña, Johanna Von Grafenstein, Jesús Hernández Jaimes, Ana Carolina Ibarra, Luis Jáuregui, Gerardo Lara Cisneros, Jaime Rodríguez y los mismos Alfredo Avila y Virginia Guedea se dedicaron desde 2003 a analizar, desde variados enfoques, el pasado y el presente de las investigaciones sobre la independencia de México.

Los temas analizados en este libro son variados: tenemos por ejemplo la revisión sobre la historia de las ideas que propiciaron los movimientos de independencia; el surgimiento de los grupos sociales que pelearon desde 1810 y sus diferentes motivaciones para hacerlo; la visión que desde afuera se tenía sobre lo que estaba pasando en Nueva España; un análisis del papel jugado por la Iglesia Católica en los bandos realista e insurgente; la historia propiamente militar de la independencia, y el importante papel que jugaron las finanzas en este periodo; el rol interpretado por el liberalismo español para desencadenar el proceso insurgente; y las nuevas interpretaciones que van más allá de las historias nacionales y buscan analizar todas las independencias como parte del mismo problema.

En esencia, todos los autores se atuvieron al mismo esquema para realizar sus ponencias: esto es, hicieron un repaso sobre lo que en el pasado se había dicho respecto a su campo de estudio, para luego presentar las tendencias más recientes, aunado a sus comentarios y recomendaciones al respecto. Sin embargo, y debido al trabajo desarrollado durante los tres años que se llevó la elaboración de este volumen, los distintos artículos van más allá de ser una mera lista de recomendaciones bibliográficas. En su lugar hay un esfuerzo serio por ofrecer una visión renovada de lo que hasta ahora sabemos sobre el proceso independentista en México.

De entre los distintos comentarios realizados por los autores, podemos rescatar la importancia que Alfredo Avila concede a los diversos contextos vividos por las generaciones que hicieron la independencia en la formación de sus posturas políticas, más allá de considerar que éstas fueron producto de las distintas lecturas realizadas por estos personajes a lo largo de su vida.

Igualmente es necesario señalar la importancia de esos contextos en el surgimiento de las motivaciones que llevaron a la independencia; a diferencia de explicaciones anteriores que homogeneizaban las quejas independentistas, Jesús Hernández encuentra que los insurgentes peleaban por intereses muy distintos y a menudo enfrentados entre sí.

La independencia y el exterior también es un punto que merece comentarse; luego de décadas con una visión centralista de lo ocurrido a principios del siglo XIX en México, existe ya una buena gama de investigaciones en las que se analiza la influencia de otros países en la guerra de 1810; lo mismo podemos decir del aspecto hacendario, de la milicia y del liberalismo español. Independencia…, nos muestra que tenemos ante nosotros un tema ya antiguo pero al que constantemente se le pueden hacer nuevas preguntas, y también es posible reformular las antiguas. Como señalan Avila y Guedea, hace falta (entre otras cosas) volver a biografiar a Hidalgo, Morelos, Iturbide y los demás personajes de esta historia, pero ahora con un cariz distinto, que sea producto de las preguntas que surgen en nuestro tiempo.

Como podemos ver, es muy amplio el espectro bajo el cual se investiga actualmente la revolución de 1810; ante una historia oficial que ha intentado perpetuar un recuerdo casi mitológico de la guerra de independencia, los problemas de nuestro presente nos obligan a contemplar al pasado a partir de ópticas distintas que nos ayuden a entenderlo (y a entendernos) mejor.


Alfredo Avila y Virginia Guedea (coordinadores), La independencia de México: temas e interpretaciones recientes. México, IIH/UNAM, 2007.

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